domingo, 18 de noviembre de 2012

Instrucciones etico-gastronomicas


Caracoles: Son como yummies. Requieren no pensar mucho, es dificil alienarlos, se comen en su propio caparazón, los desalojas con un tenedor diminuto desde una salsa de ajo, perejil y manteca (muy rica), no lo mirás mucho, sino hay vuelta atrás. Tres estrellas.

Hamburguesa de Caballo: De hecho la hamburguesa viene ·a caballo" con un huevo frito arriba. No pude evitar pensar en "Pida Patron" de Santiago Chalar. En última instancia el animal ya estaba muerto.
Todas estas reflexiones mezcladas duraron cerca de 15 minutos mientras miraba la carta, oponía tabús culturales y el sentido cuantitativo de la existencia. Es triste, tiene el mismo gusto que la carne de vaca, y sale lo mismo. Supongo que la nobleza que podría atribuirsele al animal no vale nada, no se cotiza así la carne y sería muy dificil ponerse a evaluar si el pollo es más noble que el pato o la vaca. Una hamburguesa de lo más normal. Dos estrellas.


Hábitos

Hay una costumbre muy francesa: mear en todos lados, y más aún, en los lugares más impensados.
Paris, la capital, huele a orín, es la eau de toilette de la ciudad, y bien de toilette les salió.
Aparte de eso he visto por ejemplo, a un tipo de traje, cerca de las 9, meando al costado de la avenida más importante de Rouen. O a una señora de 60, meando en una plaza. La gente mea, es normal. En el metro de Paris, de noche, cuando esta un poco más despoblado la gente mea las vías. A alguien se le va a ocurrir algún día la brillante idea de hacer una pared con agujeros en el piso para mear, y sino lo voy a proponer cuando me tire a alcalde.



http://www.youtube.com/watch?v=NyCpQA4f1MI


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Hace bastante que no le doy bola a esto, estuve de viaje, bueno más de viaje:

      Primero que nada quiero hacer una rectificación sobre los trenes. En este lapso me he tomado cerca de 10 trenes, en donde tuve la buenaventura de encontrarme con gente que no había comprado el boleto. Uno de ellos era un punkie español que no hablaba ni una gota de francés, iba con sus tachas, sus tatuajes y su perro al que maltrataba de la manera más condenable, sea uno de greenpeace o un pibe normal (el tema de los perros será extendido). Directamente puso su documento arriba de la mesa y le cobraron 60 euros (el trayecto salía unos 7). Lo mismo pasó con una francesa que escuchaba metal tan alto que otra francesa le tuvo que pedir que lo bajara, tenía un sticker de una manzana mordida pegado en su laptop Dell, tapando el logo de Dell. Punkies y metaleros, la contraculturalidad no les sirvió para ahorrarse la multa, la moraleja: no conviene mucho colarse en los trenes, nunca le pongas un pegotín de una manzana mordida a tu notebook mientras te descubren colándote en el tren, la humillación se duplica.

Pánico y locura en Montpellier

     Estoy fragmentando los hechos y alterando su orden, no para demostrar ductilidad y talento de la pluma, sino porque 1 semana de vacaciones y 5 o 6 ciudades desbordan cualquier memoria. Resulta que en Montpellier, aglomeración universitaria en un eterno "spring brake" en donde adolescentes y adolescentes con sus primeras canas borrachos se pasean de studio en studio haciendo la fiesta, terminé haciéndome """"amigo"""" de  unos mexicanos que tocaban reaggea y una italiana de 28 que me negó un beso. Así fuimos para una fiesta """""latina"""""", la italiana quería bailar, estaba lleno de sudamericanos (como 5) y de franceses filántropos amantes del halo exótico de la música cubana. El tema de la fiesta era vestirte de lo que querías ser. Una francesa estaba vestida de pocahontas, muy "mona", también le gustaba Diderot.
Yo pensaba que aquél peruano era gay, pienso ahora.
 El peruano (uno de ellos) estaba muy afrancesado y se abrazaba con todos con su toga de (budista? romano?), después me enteré que era novio de pocahontas. La fiesta seguía, pocahontas y yo discutíamos sobre arqueología, le pedí su número. A los dos minutos viene el peruano y me tira una piña. Lo paran.

"Recién llegas y le pides el número a mi flaca, chupame la pinga" No fue muy difícil dilucidar el significado de "pinga", no era el femenino del "Pingo" (lo cual podría haber sido más alarmante, no estoy para la zoofilia), parece que el peruano era un poco celoso, no tuvo que repetirme más de 3 veces que me vaya a la mierda o me mataba.
Mientras me fumaba un pucho abajo llegó el mexicano y nos fuimos a otra fiesta en la cual me hice amigo gracias a Diego Forlán, el vodka y el fanatismo por el football de un francés. Terminé durmiendo en esa casa, luego de otra fiesta no se bien donde (así es Montpellier dicen), cuando me levanté todavía quedaban dos almas, tomando la cuarta botella de vodka con jugo de manzana y mirando videos de Rally. "Todos los días es así?" Sólo todos los Viernes y Sábados.
En este trayecto perdí el I pod, no puedo volver a la casa esa, no estoy para tanguerías.

Los señores con perritos

Parece que hay una ley (o será mito?) que no se le puede quitar una persona a un animal (o será un animal a una persona?). La cosa es que por el sur de Francia desfilan indigentes con sus perros, a los cuales mortifican para que no escapen y por el simple hecho de que, cómo decía Diderot, al único que puede mortificar el indigente es a su perro. Cómo detalle turístico está bárbaro, cómo encrucijada jurídica es absurdo, así están los tataranietos de la primera República, con las bisnietas de las primeras leyes iluministas. Me hace acordar a la manifestación en Montevideo por los derechos de los caballos de los recolectores y no por la integración o ayuda social para los recolectores, humanos.

En casa de herrero

En algunas estaciones del sur hacen propagandas de trenes que van a Paris, muestran imágenes bajo el slogan "Conozca la Capital". El único lugar donde hay que hacerle propaganda a Paris es en Francia.

"NUNCA VAYAS A ITALIA"

Eso me dijo un peruano errante. Hace 10 años que anda por Europa, haciendo de todo un poco. Dice que por allá la discriminación no espera que te bajes del avión, el trabajo escasea y esta lleno de porteños perdidos que bajo el pasaporte italiano juegan a ser europeos y se terminan volviendo al mes. La italiana me contaba muy tranquila cuando le preguntaba sobre la mafia: "Pero no, si sos una persona normal no te molestan, sólo si tenes plata o sos comerciante, te piden guita para tu seguridad". Lo más normal del mundo tanita, mala mía. Acotaba también: "Milan? El norte de Italia es aburrido!".

Sexy Sarhy y el amargo

Parece que es la única amiga que tengo acá en el norte, me he dado cuenta, y ahora me siento injusto por no perdonar su ignorancia, y por perdonar en demasía mi propia soberbia. Saritah llega el Sábado con noticias de Newcastle, el día que me cebe un mate será mi amiga declarada en mis fueros más íntimos. Hablando de mates.

Es muy triste que ciertas conductas nimias aparezcan cómo símbolos culturales identitarios. Es decir, he estado pensando en  las fotos de mates que aparecen cómo álbumes de vida de nuestros hijos rioplatenses: aca un mate en el puente de Toulouse, acá un mate en la torre Eiffel, declarar el remanente de yerba cómo si fuera oxígeno en una estación espacial. Si la identidad cultural se reduce a un mate deberíamos repensar dicha identidad, o indagar en la historia otras prácticas y objetos simbólicos más ricos con los que identificarnos.

Oh, la humanidad

A veces me siento frente a un acueducto o una glorieta románica y pienso en Rayuela y en momentos más claros de mi vida, más románticos, pienso en mi vieja y recuerdo que me mandaron una carta de la universidad de Rouen, pueden hacer reválidas, me las hacen a fines de Mayo (la visa es hasta el 25).
Me acuerdo de un conocido uruguayo, es malabarista, en Toulouse hace 60 euros por día. Y yo aca haciendo malabarismos con citas administrativas y fechas, al final no es muy distinto.
Benedictine, Fécamp, France.
Salud.