jueves, 27 de diciembre de 2012

Editorial

Ha llegado la fecha límite.
No tiene que ver con la debacle del cuerpo, con la resignación, las ventanas memorizadas o reordenar las botellas en la mesa, sostener soliloquios con fervor, dejar empequeñecer las manos hasta la tierra, que se mojan, se funden y se acarician impropias, apretandose hasta el páramo de la mano hecha mano, de sí misma, de su fuerza insuficiente para formar un muñon, un aparato, un sólido de tacto.
La teoría del patetismo ha sido la primera teoría que he delineado sin anclaje, desde la propia práctica, desde el precipicio mismo en una búsqueda que considero ingénua por falta (ansiada aún, planificada) de autocrítica, y en una coincidencia caricaturesca y pueril, que nunca llega, que se aproxima cuando la pienso, la cuento o la recuerdo, pero que por si misma podría ser tanto cómo una borrachera, una exageración, un sinónimo rimbobante para decir algo cómo "puré" o "pan", algo con "p". "Putain".

L'etranger

No puedo decir que Francia es lo mejor de Francia por ser Francia.
No dudo que cualquiera, y en soledad más que nada, acercandose a la estación de no importa cual ciudad, enredado en las voces de un idioma incomprensible, ante la posibilidad de erarr por un acto estúpido, por no poder calcular, por no preguntar donde está el baño o el cajero, no haya sentido ese placer secreto de ser un hombre en el mundo, a secas. Ante la góndola de los supermercados, ante el mozo detrás de la barra, detrás de la multitud a la cual hay que sortear, y la moneda que hay que transformar una o dos veces hasta llegar al cálculo correcto, hasta equiparar en relación al IPC y determinar, más allá de la desición que ya fue tomada, por simple placer de considerarse extranjero, de poner la escusa de un país para reafirmar esa verdad inexorable, que siempre fuimos y que ahora solo, ahora, cobra un valor material.

Luego todo se va acortando: y la magia secreta y perversa de recordar, de saborear la cásacara del recuerdo que criba la sonrisa y no la lágrima; el mecanismo se oxida, el juguete se va volviendo viejo y cómo los niños, cuando se investigan los filamentos del motor, y la bovina toma su nombre y su máquina se vuelve diagrama y ya no efecto, pero sin esas ansias de imitar o construir, ya no somos extranjeros.
Y a donde habrá que ir, a donde.

He pensado en decirle a algunos, y creo que lo he hecho, qué "Europa está muerta". Hace tiempo un amigo me dijo que Montevideo es un sueño, un sin tiempo, una irrealidad. Y más allá está aquí, en donde podría decir que hay aún menos apercepción de tantas cosas, de lo que yo considero realidad en un sentido no necesariamente materialista, el mundo viejo donde los trenes andan según su esquema y la política se reduce a su dimensión económica, y en donde todos producen, manejan las lineas logísticas, los tentáculos publicitarios, las fabricas universitarias, y son felices, y no son, no feliz sino ser (y esto no es nada nuevo, al final el mediosiglo no surtió nada de efecto y nadie se acuerda más allá de los slogans tan bonitos y poéticos: "la imaginación al poder", cual, donde, imagenes?).
Ya no es posible escapar al simulacro, ni menos aún ser extranjero.
Y suenan las reminicencias finiseculares, y suenan aquellas de cualquier época que se autodenomine decadente.
Al final la poesía es perversa, y entrena al hombre para lo imposible, lo más exasperante. O dormirlo en su sueño estetico ingenuo e infantil,o enfrentarlo al cinismo y la vejez de su generación que siempre, por arrogancia o pesimismo se considera maldita.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Leí una nota de Houellebecq en un diario francés. 

Dice que Francia se volvió un gran muséo y un gran supermercado, y que cualquier turista con más de un mes de estadía y un poco de perspicacia se decepciona.

Tiene razon en que:    es verdad.

No tiene razon en que:    desde una perspectiva menos idealizante cualquier lugar del mundo es eso, y también una cárcel, un aeropuerto, un show televisivo, etc.

Decir que Francia es Focault o Lacan cómo dice Houellebeqc sería cómo decir que (   ) es (   ) (y aca cada uno agrega el país y los autores que quiera).

Obviando el recurso analógico, tratando de no ceder ante la decepción propia, un recurso más Pop: Huellebecq propone el mismo dilema que Woody Allen en Midnight in Paris.

No pienso plantear una solución al problema de la identidad, menos viniendo de la gran zona franca titulada Uruguay.

Cotidiano

     No hay nada más dificil que enfermarse en un país extranjero y sin conocer a fondo la lengua. En general el lenguaje sobre sensaciones subjetivas es bastante específico, no hay sinónimos interlingüales. No se equiparan a dicha desigualdad los médicos, aca son igual de apresurados, y cobran mucho por consulta privada. Por tacaño o por necesidad no quise acudir a uno, conseguí Parcetamol que es una palabra bastante homotópica, predije mi muerte, esbocé un testamento mental y le pedí a Sara que fuera mi vieja por una tarde y me trajera agua y arroz. Yo lo cociné, ella me lo sirvió (en un bowl y no un plato, cómo nunca se me había ocurrido eso antes). Sobreviví.
Tengo un seguro de salud, lo leí entre la fiebre, cubre "casos de urgencia y enfermedad", hay que llamar a un número, estudian tu caso y te lo reembolsan eventualmente al mes. Una mentira el seguro.
La seguridad social francesa no ha llegado, no aceptan mi partida de nacimiento, parece que en muchos países falsifican las partidas para conseguir beneficios sociales por juventud (igual que en el fobal para jugar en las ligas sub 20) y de ahi el exceso de precauciones

Navidad

El primer detalle notable es que a veces hay nieve. El segundo es que Navidad es igual o más un fetsín comercial que en Uruguay, las alusiones religiosas son aún más escasas (y eso no es algo necesariamente malo juzgo), las ciudades hasta las más pequeñas se tiñen de luz de parte de cada alcaldía, las oscilan entre la sobriedad usual a la que estamos acostumbrados (alguna guirnalda) y el sueño más Kitch que pueda llegar a tener un Andy Warhol con espíritu navideño. Eso parece que también viene de Usa via INglaterra.
Acá, como ya he dicho, entre los mas viejos, las cosas son mitad culpa de Usa, mitad culpa de los Chinos.
En los supermercados hay artículos (infinitos) con el adjetivo Navideño. Calendario Navideño, música navideña, torta navideña, ensalada navideña, películas navideñas, etc.
Sara fue la embajadora de éste nuevo mundo, en un supermercado


Paréntesis: El supermercado

(Dimos en una de nuestras caminatas nocturnas, con mi compañera de piso, de techo y a veces de paredes, con un supermercado que abrió exclusivamente para Navidad. De tamaño mediano está señalizado por un cartel casero de luces amarillas formando letras, y un cartón escrito donde indica las fechas y horarios en los cuales abre.
Adentro estaba lleno de decoraciones Navideñas de menos de 1 euro, muchas de ellas tenían pinta de incendiarse si le respirabas muy cerca. Pero todo etso es una pavada, lo interesante es la otra mercadería.
Tengo la teoría de que todo lo que había ahí fue decomisado de algún lado, cómo lo que te cenden en los omnibus en Montevideo. Entre los estantes se encontraban: Coca colas del 2010, Shampoos hechos en México ecsritos en Español, Vinos de 1 euro (me compré uno, tenía borra adentro), Puzzles de 500 y 1000 piezas con la cara de Michael Jackson, demás mercadería de Michael Jackson, paquetes inmensos de filtros de cigarros de orígen marroquí y.....lo mejor, vasos, servilletas y platos de plástico de "Patito Feo". Surrealista.   )

Fin del paréntesis

compramos lo necesario para decorar la habitación. Hicimos pavo con puré. Detalle: no me voy venir a Francia y llorar por una empanada o una tira de asado, por más de 20 años comí tiras de asado, lechones, empanadas, etc, no necesito reafirmar la identidad con objetos, ya lo dije con el mate.
Miramos "películas navideñas", nos dimos regalos. Sara me regaló "The hitchhiker's guide to the galaxy", el primer tomo de la trilogía de 5 libros (así se llama). Descubrimos que un Champagne barato aunque sea francés es una mierda.
Saritah se fue ayer, teniéndo en cuenta que es la única persona de más de 20 y menos de 30 que vive en el pueblo, y que tengo la suerte de que viva conmigo, y que muchos asistentes se deprimieron en años anteriores, renunciando a su estadía antes de la fecha de expiración, me parece comprensible estar lacónico y triste hoy.


Su nombre es Disney: Euro Disney.

Con los ingleses fuimos a Disney. Mi conclusión es: sería mejor sin niños. El convoy estaba compuesto por: 3 inglesas, una americana y una alemana. Las inglesas y la americana tuvieron una regresión, cantaban canciones, decían que todo era hermoso, compraban regalos y me instigaban a disfrutar del mundo mágico en palabras textuales. La chica alemana es un tema aparte, se puede resumir en que odiaba a la humanidad y que cuando le conté sobre el: http://www.vhemt.org le encantó. Estabamos coordinados, las inglesas se reían de cómo me martirizaba estar en ese colóso de plástico, candy pop y dibujos de Mickey por todos lados.
Y aunque me pudieren decir que peco o me enaltezco como latinoamericanista, prefiero el Beto Carrero.


El sábado me voy al Louvre.
Cordialement
Martín


lunes, 3 de diciembre de 2012

Hola.

Hay un largo blanco entre la última entrada y ésta, no estuve de viaje, no estuve ocupado.  Es exactmente eso, llegó el terrible e inesperado momento en que Francia se volvió un poco trivial, y en donde las voces de los amigos lejanos murmuran chistes e insultos al oído, insultos fraternales tan queridos, capaz quiero volver.

También se me retrazaron los trámites, no se si por voluntad o ausencia de ella, el Miércoles haré un esfuerzo por ir a la prefectura y convencernos todos de que quiero quedarme, de que quiero jugar a que estudio como hacen tantos Erasmus que piden becas y se pasean por los bares, "estudiando" Europa.
Sarah es mi mejor amiga, quién diría, tenemos los Shopping Wednesdays en donde vamos al centro comercial , lo único que hay en el pueblo, y Sarah compra y yo miro.

Equiparo con idas al campo y mentiras sobre los gauchos, como los escritores del siglo XIX, juego a idealizar lo más exótico del Uruguay (que es poco) para tener tema de conversación: miento, invento, exagero, cómo todo viajante.

A veces voy a clases de Literatura con una profesora francesa que bordea los 60, estuvo en el Mayo Francés, me mostró fotos, luchó por la pildora, viajo con la guita de sus abuelos de la sociedad rural, aprendió a ser francésa cómo uno imaginaría, sin el gangnam style ni los Made in China.
"Aca todo lo yankee llega 4 años tarde, llega". Así está lo que he visto de Francia, más globalizado aún que el cono sur, primero pasa por Inglaterra y después llega a Francia, la mayoría de mis alumnos se quieren ir a vivir a EEUU.

Estuve en la Torre Eiffel. Su construcción es algo muy interesante, pero es preferible que repetir decir que está en wikipedia y en todos lados. Dice que sirvió de estación de trasmisión de radio y meteorologica, yo la sigo encontrando como un cadaver vacuo. Los turistas pululan con sus camaras, unos tipos me pidieron la guitarra para sacarse fotos con la torre. Era el doble vacío, el pedazo de metal que no dice nada más que si mismo y un tipo que no tenía ni idea de como tocar la guitarra sacándose fotos, solapando la madera y el alambre con el hierro espacioso. Mucho aire entre cada objeto. Así viene la gente a Francia, así viaja la gente, narcisista, alimentando la reacción del que lo ve. Y el mundo de a poco se adapta y crea precios para satisfacer esos narcisismos, para que todos tengan los souvenires adecuados para mostrar. Y cómo dice Dolina que aca lo podía escuchar a las 4 de la mañana, nada, y nada